El primer hijo engendrado por Aiyé para Orúnmila se llamó Sacrificio. Él ayudó a su padre a completar todo tipo de tareas dificiles. Después que Aiyé se casó con Orúnmila, todas las deidades pidieron a Oloddumare que creara esposas para ellos casarse, a causa de la envidia creciente contra Orúnmila. Oggún obtuvo a Uja por esposa. Sangó obtuvo a Oyá por esposa. Ikú obtuvo a Arun y Oshún obtuvo como esposo a Ozain.
Sacrificio nació en la noche y ejecutaba lentamente, pero con seguridad, mientras que Sigidi o Sorpresa (encanto sostenido) nació por la mañana y fue un metafísico capaz de realizar todo tipo de hazañas mágicas.
Desde el momento de su nacimiento hubo una fuerte competencia entre los dos. El primero siempre reclamó ser superior y más hábil que el último. Como peleaban tanto, un día Oloddumare intervino y decidió terminar con sus disputas pidiéndoles que vinieran para una prueba pasados siete días. Cuando sacrificio llegó a casa, le contó a sus padres sobre los acontecimientos futuros, Orúnmila rápidamente hizo adivinación y le dijo que ofrendara a Esu con un macho cabrío, maíz, maní, melón de agua, ñames y plátanos. Él hizo la ofrenda, el día señalado.
Encanto y Sacrificio aparecieron en el palacio de Oloddumare para el concurso. Oloddumare decidió mantenerlos a cada. uno en reclusión durante siete días, sin alimento, agua ni visitantes. Ambos fueron encerrados en cuartos separados. Sacrificio es tradicionalmente débil y todo el mundo pensó que él no sería capaz de soportar tres días. Encanto por otra parte era robusto y nadie dudó de su habilidad para soportar la dificil prueba.
Cada mañana y cada noche, Esu aparecía en la habitación ocupada por Sacrificio para darle maíz, maní, carne o ñames y agua. Al tercer día, Encanto empezaba a quejarse y lamentarse porque no duraría los siete días y al cuarto día se desvaneció. Cuando volvió en sí, tocó en la puerta para que le dejaran salir porque ya estaba preparado para conceder superioridad y permanencia a Sacrificio. Al instante se le soltó, débil, humillado y abatido.
Sacrificio por su parte, insistió en permanecer en la reclusión durante los siete días de forma que establecería el axioma que, aunque él había nacido por la noche y su rival por la mañana, la noche era no obstante, más paciente que la mañana, él sobrevivió los .siete días y cuando finalmente fue liberado estaba tan saludable como siempre.
Me parece muy bien tu perfil hermano ,de hecho soy ese mismo signo ,ashee y bendiciones